El Arrianismo : ¿ Una Herejía Nefanda o Una Verdad Irrefutable?

El Arrianismo : ¿ Una Herejía Nefanda o Una Verdad Irrefutable?

 En el año 33 después de Cristo, un acaecimiento revolucionario marca profundamente la historia de manera tan decisiva que todavía alimenta una efervescencia teológica e histórica entre expertos. Un predicador errante llamado Jesús es crucificado en conformidad con las leyes romanas pese a haber sido condenado por las leyes judías. Según los sumos sacerdotes de la comunidad judía que habían reclamado su sentencia, Jesús se habría proclamado rey de los judíos y profanado las Escrituras Sagradas, creyendo ser el Cristo prometido a Israel. Su muerte, a pesar de no haber dejado alguna huella palpable, daría el ímpetu primordial a la creación de una religión mundial que se forjaría alrededor de su figura.

 Mientras que la nueva rama de la fe judía, que evolucionaría con el paso de los siglos hacia una religión aparte, se propagaba entre pueblos enteros, nuevas preguntas divisivas surgían y daban lugar a debates acalorados entre los apóstoles y discípulos de este misterioso "Jesús". Visto que la religión ya estaba muy inmadura en sus enseñanzas, requería de explicaciones que esclareciesen sus bases fundamentales. En este sentido, los personajes inminentes de la Cristiandad empezaron a convocar los llamados concilios que eran reuniones solemnes donde se discutía las ambigüedades de las Escrituras tales como la pregunta de la circuncisión para los no judíos, el idioma de la liturgia, etc. Una de estas preguntas tratadas fue la naturaleza de Jesús. ¿ Era divino o humano ? ¿ Era consustancial con Diós o creado por él ? 

 Para resolver este enigma, los obispos de todo el mundo conocido de la época se encontraron en el concilio de Nicea convocado por el emperador romano Constantino I en el año 325. Aunque todos los obispos eran invitados independientemente de su lugar de procedencia, los obispos procedentes de la parte oriental del Imperio romano prevalecían. La pregunta era clara: ¿ Quién fue Jesús ?

  Al fin y al cabo del Concilio de Nicea, los obispos de la época se pusieron de acuerdo sobre la naturaleza de Jesús y le reconocieron como plenamente hombre y plenamente Diós a la vez. Mientras que la mayoría aplastante de los obispos acordaron para afirmar que Jesús era el único hijo de Diós que, engendrado en la eternidad por Diós Padre, es Diós y hombre al mismo tiempo sin que se interfieran sus naturalezas, el obispo de Alejandría se opuso categóricamente a esta doctrina. Él se llamaba Arrio, de dónde el nombre de esta denominación calificada de herejía por la Iglesia Católica. Arrio adujo algunos versículos bíblicos para contrarrestar esta doctrina, alegando que Jesús no era divino, sino humano. Esto dicho, no denegaba la importancia cardinal de Jesús al que consideraba la mejor creación de Diós que es el único que está sin fallo alguno. Para apoyar su argumento, apeló al versículo Juan 14:28 donde Jesús dice: «...porque el Padre mayor es que yo.» y a algunos otros por ejemplo. Sin embargo, esto no bastó para que su postura fuese adoptada por la mayoría, ya que los proponentes de la divinidad de Jesús poseían sus propios argumentos. Por ejemplo, se valían del versículo Juan 10:30 donde Jesús dice "Padre y yo uno somos." Por la multitud de pruebas por parte de ambos lados, esta maraña era casi inextricable y ninguna persona cesaba a insistir en la veracidad de sus dogmas. Así, una denominación minoritaria homónima se escindió del cristianismo popular: El Cristianismo Arriano.

 Cuando se le exigió renunciar a su opinión herética a Arrio, se negó a confesar, como otros, que Jesús era coeterno y consustancial con el Padre. A continuación, Arrio fue exiliado y pasó años en Palestina hasta que Constantino I le otorgase un "indulto" para que pudiese regresar a su hogar. Esto demostraba tolerancia religiosa pero no significaba que Constantino hubiese cambiado de opinión o denominación. Además, promulgó en el año 333 un decreto en el cual mandaba quemar todos los libros de Arrio y ejecutar quienquiera guardase copia alguna de sus obras de Cristología. También llamó porfirianos a los arrianos de manera despectiva.

 Después de este alboroto religioso en el seno de la Iglesia "primitiva," la postura de Jesucristo Divino se asentó entre la mayoría de los creyentes mientras que el Arrianismo fue relegado al margen de la sociedad romana de aquel entonces. Si bien existen iglesias arrianas tanto en Occidente como en otros lugares del mundo, ya no es una rama privilegiada del Cristianismo en la actualidad.

Gracias por leer,

Athel.