Posts

Reseña del Libro "Azul" por Rubén Darío

Image
 Reseña del Libro "Azul" por Rubén Darío      Antes de comenzar, cabe admitir por mi parte que no optaría por esta obra de Rubén Darío si tuviese a mi disposición una gama de opciones más amplia, porque no tiene ese encanto preliminar por el que la mayoría de los libros disponibles en el mercado se distinguen de los demás y persuaden a los prospectivos lectores a adquirirlo. Su título no despertaba curiosidad, nisiquiera llamaba la atención. La información que se encontraba ofrecida al principio del libro no era tan llamativa o subyugante como esperaba; sin embargo, lo compré porque escaseaban libros baratos, de imprenta pública y en masa, que el mercado de libro en Turquía pone a nuestra disposición. Las más ínclitas novelas o los grandes clásicos ampliamente rebuscados están meramente disponibles, además la gran mayoría de ellos se vende por precios prohibitivos en librerías auténticas que compensan su autenticidad por su carestía. Una cubierta de ejemplo ( No es la mía.)  

Ma Première Expérience de Plongée Sous-marine

Image
Ma Première Expérience de Plongée Sous-marine     Il y a quelques jours, j'ai décidé de réaliser une expérience qui avait resté comme une velléité depuis mon arrivée à la province d'Antalya: la plongée sous-marine. J'en ai mentionné quand je parlais avec mon ami et il a accepté mon invitation avec hésitation, présentant quelques réserves au sujet de notre gestion de temps et de la disponibilité de moyens de transport, ce qui constituait une véritable pierre d'achoppement. De toute façon, il a enfin cédé à mon instante insistance et accepté d'entreprendre cette petite et inusuelle aventure avec moi. Avec un rabais extravagant de fin de saison, nous allions plonger pour seulement 900 lires turques, c'est-à-dire, 23 euros. Pourtant, l'école de plongée se trouvait dans le centre-ville, plus précisément à Lara, et nous vivions à Kadriye, une petite ville à 40 kilomètres d'Antalya, assez isolée et loin de la vie bouillante des grands centres touristiques de la

Bestiario Audaz : El Amarok

Image
 Bestiario Audaz El Amarok     H icisteis caso omiso a la leyenda inuita que prohíbe ir de caza solo por las noches y estáis en medio del bosque con vuestro fusil colgado a vuestras espaldas por sus correas envueltas alrededor de vuestros hombros. Camináis tranquilamente, tanto despreocupadamente como en guardia, y contempláis la belleza aturdidora de la naturaleza que os rodea, siempre con un aerosol contra osos a mano por si las moscas. Vuestros pies aterrizan en el suelo nevado y fangoso a semejanza de patas de gato silenciosas. Como un cazador astuto, controláis hasta el tintineo de los llaveros que cuelgan de vuestros pantalones. No obstante, se os lleva un susto y os estremecéis con el crujimiento violento de hojas detrás de un matorral espeso. Al cabo, un temblor interno y escalofríos por vuestra espina son el último sentimiento vago antes de que encaréis el Amarok, el temible lobo solitario de las creencias inuitas. A unos cuantos segundos del encuentro luctuoso, no tardáis en

Bestiario Audaz : Los Wendigos

Image
 Bestiario Audaz Los Wendigos  Por una noche desapacible, os encontráis en el medio de un bosque lujuriante en el corazón de los majestuosos Montes Apalaches, en el este del continente americano. Anocheció hace mucho y solo la oscuridad que se había abatido sobre vosotros prevalece hasta donde la vista puede alcanzar. Os turba la atmósfera lóbrega y del área desolada que se circunscribe a una muchedumbre de árboles dominada por las tinieblas siniestras. Sopla una brisa justo en vuestra nuca deenuda y os da escalofríos. De repente, oís un ruido que se asemeja al chillido de un niño huérfano afligido que lamenta el fallecimiento de sus padres a llantos. Os acercáis a zancadas para verificar con una curiosidad bonachona y naif; no obstante, presentís algo, mejor dicho, tenéis una corazonada aciaga. Cuánto más os acercáis de la fuente del sonido, más tensos y rígidos se ponen vuestros músculos con espeluzno. A pesar de todo esto, mantenéis la actitud tanto resoluta como contumaz sin saber

Las Razones para Viajar

 Las Razones para Viajar  La historia de viajar se remonta hasta el inicio de la especia humana. De las cavernícolas primitivas que se comunicaban con gemidos y se nutrían de carne casi cruda y plantas simples hasta personas libres e independientes que diariamente hacen su ida y venida entre el trabajo y el domicilio en medios de transporte modernos llevando trajes y corbatas, todos viajamos para cualquier motivo. Aparte de los viajes obligatorios que realizamos por necesidad, encarecida e incesantemente recomiendo viajar a todos.  La primera razón de esta recomendación insistente radica en la oportunidad de expandir nuestros horizontes a través de él ya que los viajes nos permiten ver lugares y experimentar choques tanto culturales como climáticos que nos convierten en personas más tolerantes y sesudas. Según mi propia experiencia personal, las personas más intolerantes, prejuiciosas y irrespetuosas hacia todo lo que les es ajeno o extraño suelen ser aquellas que nunca han tenido la o

Sur l'hôtellerie

Image
L'HÔTELLERIE   Vu que je travaille dans le secteur touristique depuis deux mois, j'aimerais bien vous raconter, mes chers lecteurs et lectrices, mon expérience dans l'hôtellerie. En étant moi-même novice, je vous recommande fortement de prendre tout ce que je relate ici avec des pincettes.  En premier lieu, il faut éclaircir que je travaille vraisemblablement dans l'un des départements les plus confortables de plusieurs points de vue : le département de gestion de la relation client et du centre d'appel. Brièvement, mon emploi consiste à m'asseoir devant un bureau et passer des appels téléphoniques, après quoi nous enregistrons les directives et consignes données dans le système d'entreprise qui sert de base de données. La teneur, c'est-à-dire le contenu, des appels pouvant amplement varier, ils concernent en majeure partie les exigences des hôtes, les notifications à propos de pannes et de problèmes techniques dans les lieux de travail tels que la cuisi